martes, 22 de mayo de 2012

Violins of Hope


La melodía dulce de los violines sonaba cada vez que los trenes cargados de judíos llegaban a los campos de exterminio. "Los nazis no podían ser tan malos si se les recibía con el instrumento preferido por la comunidad semita", pensaban los ocupantes de aquellos vagones. No sabían entonces que esos mismos violines, tocados también por otros judíos deportados, sonarían de nuevo en su camino a las cámaras de gas.Cundo un judío escuchaba la música de un violín, se sentía relajado, así que los alemanes utilizaban esa circunstancia para que no se rebelaran. "Es una manera horrorosa de engañar a la gente", dice Amnon Weinstein, el luthier israelí que lleva más de 15 años buscando instrumentos conectados con el Holocausto y documentando las historias que se ocultan detrás de sus cuerdas.



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