domingo, 29 de julio de 2012

La joven soprano española Sylvia Schwartz visita Radio Clásica

En Agenda de verano a partir de las 13.30 horas

Ha debutado en Las bodas de Fígaro en el Festival de Verbier

La soprano española Sylvia Schwartz nos visita hoy a partir de la 13.30 horas en Agenda de verano. El pasado sábado tuvimos el placer de escucharla en el espacio de Radio Clásica El fantasma de la ópera en su papel de Susanna, en Las bodas de Fígaro. La ópera bufa de Mozart, dirigida en esta ocasión por el aclamado director británico Paul McCreesh, formaba parte del programa del Festival de Verbier, Suiza.


Sylvia Schwartz, una soprano con futuro


Quiso el destino que la joven cantante española Sylvia Schwartz naciera en Londres en 1982. Allí estudió canto y piano, hasta que, ya de adolescente, su familia regresó a España, concretamente a Madrid, donde continuó su formación en la Escuela Superior de Canto de la mano de Manuel Cid.

En su trayectoria destacan sus interpretaciones en óperas como las Bodas de Fígaro, Don Giovanni o Fidelio, entre otras. Muchos escenarios han sido testigos de su virtuosismo vocal, entre los que cabe destacar la Staatsoper de Berlin, la Staatsoper de Viena, la Scala de Milán y el Combins Hall de Verbier, Suiza




'Tristán e Isolda' de Wagner desde el Festival de Bayreuth


Disfrútalo en Radio Clásica este jueves desde las 15.50 horas

Transmisión en directo desde el Festspielhaus de la ciudad alemana

Fiel a su cita de cada año, Radio Clásica estará en el prestigioso Festival de Bayreuth para transmitir en directo, guiados por José Luis Pérez Arteaga, las cinco óperas de Wagner que serán interpretadas desde el miércoles, día 25 de julio, hasta el próximo domingo, día 29 de julio. Como parte del programa oficial: El holandés errante, Tristán e Isolda, Lohengrin, Tannhäuser y Parsifal.


El espacio Festivales de verano de Euroradio nos acerca a las óperas cumbres del compositor alemán Richard Wagner desde el Festspielhaus de Bayreuth, como cada verano.

En esta ocasión, la Orquesta y el Coro del Festival de Bayreuth se ponen a las órdenes de los directores Christian Thielemann, Peter Schneider, Andris Nelson y Philippe Jordan.

El legado operístico del genio alemán se repite a lo largo del verano en el Festspielhaus de Bayreuth hasta el día 28 de agosto.

Transmisiones en directo

Miércoles 25 de julio: la primera cita que Radio Clásica emite en directo tiene lugar este miércoles día 25, dentro del espacio Festivales de verano, a partir de las 17.50 horas. Podremos disfrutar de El holandés errante, con los cantantes Franz-Josef Selig (bajo), Adrianne Pieczonka (soprano), Michael König (tenor), Christa Mayer (sop.), Benjamin Bruns (ten.) y Samuel Youn (baj.), acompañados por la Orquesta y Coro del Festival con Christian Thielemann a la batuta.

Jueves 26 de julio: posteriormente, el jueves a partir de las 15.50 horas, la representación de Tristán e Isolda corre a cargo de los intérpretes Robert Dean Smith (tenor), Kwangchul Youn (bajo), Iréne Theorin (soprano), Jukka Rasilainen (bajo barítono), Ralf Lukas (bajo barítono), Michelle Breedt (mezzosoprano), Clemens Bieber (tenor), Arnold Bezuyen (ten.) y Martin Snell (baj.). Dirige a la Orquesta y Coro Peter Schneider.

Viernes 27 de julio: Lohengrin, de Richard Wagner, en los Festivales de verano de Euroradio, a partir de las 15.50 horas. Dirige a la Orquesta y el Coro del Festival de Bayreuth, Andris Nelsons.

El elenco presente en la Festpielhaus de Bayreuth lo integran el tenor Klaus Florian Vogt como Lohengrin, el bajo Whilhelm Schwinghammer como el Rey Henry, la soprano Annette Dasch como Elsa, el barítono Thomas J. Mayer como Telramund y la mezzosoprano Susan MacLean como Ortrud.

Sábado 28 de julio: En esta ocasión podremos escuchar en directo desde Bayreuth, a partir de las 15.50 horas, la ópera titulada Tannhäuser, llevando las riendas de la Orquesta y el Coro del Festival el renombrado director Christian Thieleman. El elenco de cantantes lo encabezan el bajo Gunter Groissböck, como Hermann, el tenor Torsten Keil, como Tannhäuser y el barítono Michael Nagy como Wolfram von Eschenbach.

Domingo 29 de julio: Para finalizar las transmisiones desde el Festival de Bayreuth, Radio Clásica les ofrece en directo, a partir de las 15.50 horas en los Festivales de verano, la ópera de Wagner, Parsifal. Philippe Jordan toma la batuta para dirigir a la Orquesta y el Coro del Festival y al elenco de cantantes, compuesto esta vez por el barítono Detlef Roth, como Amfortas, el bajo Diógenes Randes, como Titurel, el bajo Kwangchul Youn, como Gurnemanz, el tenor Burkhard Fritz, como Parsifal, el bajo Thomas Jesatko, como Klingsor y la mezzosoprano Susan Maclean, como Kundry.

Festival de Bayreuth

El Festival de Bayreuth, fundado por el propio Wagner, se celebra desde 1876 en la misma ciudad donde la familia del compositor decidió establecer su residencia a finales del siglo XIX.

Más recientemente, en 1951, la recién creada Sociedad de Amigos de Bayreuth, con la colaboración de los hermanos Wieland y Wolfang Wagner, tataranietos del mismísimo compositor, consiguieron recuperar el festival. Desde entonces, cada año, el Festspielhaus rinde tributo al gran maestro alemán interpretando sus óperas. En la actualidad, las responsables de la programación son las siempre amigas de lo novedoso y herederas del legado del compositor, Katharina y Eva Wagner.

La Sociedad de Amigos de Bayreuth está formada por alrededor de 5.300 socios que sustentan económicamente todo lo relacionado con el festival y con la conservación del Festspielhaus, el auditorio de la ciudad alemana. Además, los Amigos de Bayreuth toman parte activa en la organización artística del Festival.

La presente edición de este derroche artístico que es el Festival de Bayreuth no es sino el prefacio de la edición venidera, en la que se conmemorará el bicentenario del nacimiento de Richard Wagner.



Wolfgang Amadeus Mozart - LE NOZZE DE FIGARO - Salzburger Festspiele 2006. Argumentos y libretos de óperas



Las bodas de Fígaro es una ópera bufa en cuatro actos, con música de Wolfgang Amadeus Mozart (Salzburgo, 1756 – Viena, 1791) y texto de Lorenzo da Ponte basado en la segunda parte de la trilogía creada por Beaumarchais sobre el personaje de Fígaro. Fue estrenada en Viena el 1 de mayo de 1786 bajo la dirección del mismo compositor.Aunque es continuacion de los hechos narrados en El barbero de Sevilla, como obra teatral es mucho más compleja, y crítica con el orden social de la época por lo que la versión de Beaumarchais estuvo prohibida. Al permitir su adaptación como ópera, el emperador José II de Austria dio pruebas de un talante liberal aunque , por supuesto, se dulcifiacaron las escenas más violentas de denuncia política y social y se dio al conjunto un tono más festivo que dramático.

Personajes


Fígaro — Criado del Conde — barítono

Susana — Criada de la condesa y novia de Fígaro — soprano

Conde — Conde de Almaviva — barítono

Rosina — Condesa de Almaviva — soprano

Cherubino — Paje — mezzosoprano

Bartolo — Doctor, antigüo tutor de Rosina — bajo

Marcellina — Antigüo amor de Bartolo — soprano

Don Basilio — Maestro de canto — tenor

Barbarina — Hija de Antonio el jardinero — soprano

Don Curzio — Notario — tenor

Antonio — Jardinero, tío de
 
Argumento


La acción se desarrolla en España, cerca de Sevilla, en el Castillo del Conde de Almaviva.

Acto I


Susana está probándose un sombrero. Fígaro, que va a casarse con ella, está midiendo la habitación para colocar la cama. Pero Susana insiste en que no se debe colocar la cama en ese cuarto, porque está muy cerca de la habitación del Conde y éste no es de fiar. Fígaro promete entonces que si el Conde quiere bailar (“Se vuol ballare”), bailará al son que toque Fígaro. Cuando éste se marcha, entra Bartolo, que en una ocasión fue burlado por Fígaro, y manifiesta su deseo de venganza. Y si Bartolo está disgustado con Fígaro, no lo está menos Marcelina con Susana, ya que también está enamorada de Fígaro. Las dos mujeres cantan un dueto de fingida cortesía “Via resti servita” (“Acepta mis deferencias”). Después Marcelina sale de escena.

Entra ahora Cherubino, que declara su pasión por la condesa, que en realidad es una pasión de adolescente por lo femenino, como lo pone de manifiesto su canción: “Non so piu” (“Yo ya no sé”). Se oye ahora la voz del conde y Cherubino (para quien aquel lugar es prohibido) se esconde en una butaca y Susana lo cubre con una bata. El Conde solicita a Susana, pero pronto ha de esconderse también porque se escucha fuera de la estancia la voz de Don Basilio, un pícaro abbé que es maestro de música y organista del palacio y correveidile para todo tipo de intrigas. Resulta así que el Conde está escondido detrás de la butaca y Cherubino en ella, cubierto por la bata, mientras que Don Basilio se insinúa a Susana acerca del interés del Conde hacia ella, a la vez que le da a entender el de Cherubino hacia la Condesa.

Sale entonces el Conde de su escondite y lleno de ira dice que va a despedir a Cherubino; de cualquier modo, añade. pensaba hacerlo, por lo que ocurrió hace pocos días: cuando él, el Conde, iba a visitar a una joven llamada Barbarina, al quitar el paño que cubría una mesa descubrió a Cherubino, que estaba allí acurrucado. Al explicar cómo ocurrió y hacer el mismo gesto con la bata que cubre la butaca, aparece Cherubino. El Conde estalla en cólera, sobre todo porque piensa que Cherubino no ha escuchado todo lo que allí se ha dicho; Cherubino. por su parte. trata de disculparse diciendo que ha hecho todo lo posible por no oír nada.

La escena se interrumpe con la aparición de Fígaro. acompañado de un grupo de lugareños, que arrojan flores a los pies del Conde. Fígaro ha venido a pedir a su señor que les una a él y a Susana en matrimonio. El Conde promete hacerlo, pero difiere el momento y dice ahora a Cherubino que debe dejar el castillo y sentar plaza en el regimiento del propio Conde. Fígaro, entonces, advierte a Cherubino sobre lo azaroso de la vida militar que le aguarda y que va a sustituir a sus amorosas correrías: “Non piu andrai, farfallone amoroso” (“Ya no irás, calavera amoroso”).

Acto II


La Condesa, en su habitación, se lamenta del desvío amoroso de su marido: “Porgi, amor, qualche ristoro” (“Dame, amor, algún remedio”). Entra en escena Susana y dice a la Condesa que el Conde tiene pretensiones sobre ella y entonces las dos urden un plan para chasquearle. Aparece Cherubino y canta a la Condesa una romanza que expresa su adolescente amor por ella: “Voi che sapete che cosa e amor” (“Vos que sabéis qué es el amor?”). Entonces la Condesa y Susana piensan utilizar a Cherubino para realizar su plan, citando al Conde a una entrevista con Susana y enviando en su lugar a Cherubino disfrazado. A este fin las dos comienzan a vestir a Cherubino. tras cerrar prudentemente primero la puerta de la estancia. Pero entonces se escucha afuera la voz del Conde. Cherubino escapa a otra habitación interior y la Condesa no puede evitar su confusión cuando hace entrar a su esposo. Entretanto también Susana se ha escondido en una alcoba.

La actitud nerviosa de la Condesa aumenta las sospechas que ya tenía el Conde; pero la Condesa insiste en que en la habitación contigua, que está cerrada, solamente está Susana, probándose un traje. El Conde no lo cree y dice que va a buscar herramientas para forzar la puerta, a la vez que obliga a la Condesa a acompañarle para que no pueda abrir al que estuviese oculto. Mientras los condes están fuera de escena, Susana sale de la alcoba en la que había estado escondida y va a liberar a Cherubino de su escondite, pero al no poder salir del lugar en que están, Cherubino salta por una ventana y Susana entra en la alcoba en la que había estado escondido Cherubino.

Vuelven el Conde y la Condesa. Ésta. pensando que Cherubino está aún oculto en la habitación contigua se lo dice al Conde y le pide perdón. El Conde, furioso y espada en mano, abre la puerta y aparece Susana para sorpresa, no sólo del Conde, sino también de la Condesa. Cuando se recobra de la impresión. La Condesa dice a su esposo que su “confesión, fue una artimaña para avergonzar al Conde y que, por supuesto quien había estado todo el tiempo en aquella habitación había sido Susana. Avergonzado por sus celos, es ahora el Conde quien pide perdón a la Condesa.

Antonio, el jardinero. tío de Susana, aparece todo enfadado porque alguien saltó desde la ventana y estropeó sus plantas Fígaro. que ha entrado en escena. dice que fue él quien saltó pero Antonio le pone en un aprieto al mostrar un papel que se le cayó a la persona que saltó por la venta: el papel es la credencial de Cherubino. Aunque Fígaro dice que Cherubino se lo había dado, porque le faltaba un sello, el Conde no queda con vencido. Ahora se presentan como aliados suyos, en este momento en que duda de Fígaro Marcelina, Bartolo y Basilio quienes plantean ante el conde la demanda de la primera, que pretende que Fígaro se case con ella en compensación de una deuda que no le ha pagado. La complicación de este nuevo caso queda en el aire cuando cae el telón del segundo acto.

Acto III


Susana, siempre pensando en chancear al Con de, promete a éste en un dueto encontrarse con él en el jardín aunque alguna confusión entre “sí” y “no” no deja de levanta las sospechas del Conde, sospechas que aumentan porque h; oído el diálogo que Susana, al salir, ha mantenido con Fígaro Y desahoga su ira: “Vedro, mentr'io sospiro, felice il servo mio?”: (“¿Veré feliz a mi criado en tanto que yo sufro?”)

Ahora Marcelina, acompañada por Don Bartolo y Curcio exigen a Fígaro el cumplimiento de su promesa de casarse con Marcelina. Fígaro, entonces, dice que él es de familia noble no puede contraer matrimonio sin la autorización de sus padres. Como testimonio de la nobleza de su cuna dice que no sólo puede mostrar los finos pañales en los que fue hallado sino también una curiosa señal en su brazo derecho. Al ver la señal, Marcelina, muy excitada, dice que Fígaro es su hijo, desaparecido al poco de nacer y lo que resulta más sorprendente Bartolo es el padre de Fígaro.

Sigue a esto un sexteto de cómica reconciliación; incluso el Conde se ve, en cierto modo, reducido a la impotencia ante el hecho. Fígaro abraza a su recién encontrada madre, Marcelina. Cuando entra Susana, a quien la Condesa ha dado el dinero de la deuda pendiente de Fígaro con Marcelina, y ve abrazados a la madre y al hijo, desconocedora de lo ocurrido, se dirige airada a Fígaro y le golpea en el rostro. Marcelina entonces explica a Susana la situación y ésta repite: “Sua madre?” “Suo padre?”: (“¿Su madre? ¿Su padre?”) e insiste en que se lo confirmen.

Salen todos entonces y entra en escena la Condesa, recordando los días de su pasada felicidad: “Dove sono?” (“¿Dónde están?”) y preguntándose si podrá volver a ganar el amor de su esposo. Sigue pensando en la trama que ha urdido para castigarlo: la falsa cita con Susana, que servirá de trampa, y dicta a Susana una carta para el Conde, ofreciéndole el encuentro; en el “Dueto de la Carta”. Susana repite lo que le dicta la Condesa.

Entra ahora un grupo de campesinas ofreciendo flores a la Condesa; entre ellos está Cherubino disfrazado de mujer. Antonio y el Conde lo descubren, pero entonces Barbarina recuerda que el Conde le había prometido darle lo que pidiera y que Cherubino está disponible.

Ahora Fígaro anuncia que va a comenzar la ceremonia y el baile, y dos parejas felices piden la bendición del Conde: las parejas son Fígaro y Susana, pero también Bartolo y Marcelina, que han decidido unirse en matrimonio. Mientras se baila el fandango, Susana pasa al conde una notita, la que ella escribió al dictado de la Condesa, fijando una cita para la noche. El plan de la Condesa es que cuando el Conde acuda a la cita se encuentre no con Susana, ni con Cherubino, como se pensó al principio, sino con la propia Condesa, para lo cual Susana y la Condesa intercambian sus vestidos.

En este acto, se prefiere a veces un orden alternativo de números musicales, basados en la conjetura de que Mozart debió utilizar una secuencia de los acontecimientos más lógica (como en la comedia), pero estaba condicionado porque en el reparto original una cantante tenía que hacer dos papeles y no habría tiempo suficiente para cambiar de vestidos.

Acto IV


En el jardín del palacio Fígaro se encuentra con Barbarina. El Conde ha confiado a la joven el encargo de devolver a Susana, como confirmación de la cita, el broche que sellaba la nota, pero Barbarina lo ha perdido y anda buscándolo Entonces, Fígaro conoce que Susana va a tener una cita con el Conde, pero ignora el plan que han tomado las mujeres. Furioso con su esposa, su infiel esposa, piensa él, invita a Bartolo y a Basilio a ser testigos del vergonzoso encuentro de Susana con el Conde. Y ahora les advierte sobre la infidelidad de las mujeres: “Aprite un po quelli occhi” (“Abrid un poco vuestros ojos”).

Cuando Fígaro se retira. entran la Condesa y Susana, cada una disfrazada con la ropa de la otra. Susana canta su esperanza en las delicias del amor: “Deh vieni, non tardar” (“Oh. ven, no tardes”). Y se da cuenta de que el celoso Fígaro la está viendo.

Comienza ahora el complicado encuentro, complicado aún más porque también Cherubino tiene allí una cita con Barbarina. Cherubino ve a la Condesa. La toma por Susana e intenta besarla. Llega en ese preciso momento el Conde y es a él a quien besa Cherubino. y el golpe que el Conde quiere dar a Cherubino lo recibe Fígaro, que también interviene en ese preciso instante. Ahora el Conde suplica a la que supone que es Susana que le conceda su amor. Fígaro quiere pagar al Conde con la misma moneda y corteja a Susana, imaginándose que es la Condesa, y cuando Susana olvida el “complot” y no finge la voz, Fígaro la reconoce y le declara su apasionado amor, que llena de furor a Susana, quien no se da cuenta que ha sido reconocida por Fígaro. Sale Susana de su error y la pareja se abraza apasionadamente, lo que llena ahora de ira al Conde que, naturalmente, confunde a Susana con la Condesa. Cuando se prepara a descubrirlos, aparece la Condesa, con lo que el Conde queda en una violenta situación.

El Conde, en fin, pide excusas y perdón a su esposa, tanto por sus infundadas sospechas como por su mala conducta hasta entonces. La Condesa le perdona y todos comienzan una alegre fiesta que durará toda la noche.














domingo, 22 de julio de 2012

Franz Schubert: lo último que escribió




Hace 183 años, cierto día de noviembre de 1828 agonizaba Franz Schubert, víctima del tifus, en casa de su hermano, en los alrededores de Viena. No hacía todavía un año que había llevado una antorcha funeral en el entierro del inmenso Beethoven y que, al detenerse en una taberna, al regreso del cementerio, había levantado su copa con este brindis de fatídico presagio: "Por aquel a quien le toque después". Le había llegado su hora. El joven músico de pesada y deforme figura, el del cuerpo rechoncho y desgalichado, el de los ojos miopes y el corazón hambriento de ternuras, no regalaría más a los oídos del mundo con la melodía de sus bellas canciones inmortales.


Jamás hombre alguno vino a la tierra con aquellos portentosos dotes musicales. Era como una fuente inagotable de armonías. Y nunca habían manado con tan rica abundancia como en los últimos años de su corta vida. Brotaba de él la música con tal atropellada e hirviente espontaneidad, que no le costaba ningún trabajo componer un cuarteto y trasladarlo al pentagrama en el tiempo que hoy emplea un hábil copista en transcribirlo.

¿Recuerda usted la Serenata, de ese lírico ensueño que dejará de arrobarnos solo cuando las puestas de sol y el canto vibrante del ruiseñor pierdan su hermosura y su penetrante hechizo? Mientras arda la lámpara de nuestra civilización, se recordará en el mundo la Serenata de Schubert. Y sin embargo, el propio Schubert fue capaz de olvidarla. Había él compuesto ese poema imperecedero para sorprender y agasajar a una jovencita que celebraba su cumpleaños. Se había convenido que el autor tocase el acompañamiento de los que habrían de cantar bajo los balcones de la festejada.

Se transportó con gran sigilo un piano al amparo de la penumbra crepuscular. Los cantores llegaron puntualmente, no así Franz, a quien se le había olvidado la cita.

A pesar de que solo contaba treinta y un años de edad al morir, produjo más de un millar de obras. En el inventario póstumo de sus bienes se pecó de exagerado optimismo al fijar en ocho chelines y medio el valor probable del ingente montón de manuscritos que dejó, y en el cual se hallaban, de seguro, varias de las obras maestras de aquel postrero año de su vida. Quedaron dispersas por Viena muchas de esas menospreciadas reliquias de su genio. Veinticinco años después, un joven, Arturo Sullivan, cruzó el Canal en compañía de su amigo Grove y revolviendo en la montaña de papeles que llenaban un armario olvidado, encontró los pasajes perdidos de Rosamunda. Hacía rato ya que había sonado ya la última campanada de medianoche cuando dieron con ese tesoro, y las primeras luces de la aurora los sorprendieron enfrascados todavía en la tarea de copiarlo.

En su juventud y su amor a la memoria de Schubert, no encontraron otro medio más adecuado de expresar su alborozo que ponerse a jugar a la cobija hasta que los cafés abrieran sus puertas.

Por una ironía del destino fue su propia fecundidad la que ocasionó la pobreza de Schubert. Componía, a veces, una docena de canciones en un solo día y se esforzaba, ingenuamente en obtener por ellas un buen precio de un editor que no había tenido aún tiempo de imprimir las dos docenas que le había vendido el mes anterior.

¿Sabe usted qué fue lo último que escribió Schubert? Pues fue una carta, una carta a su amigo el poeta Franz von Schober con quien había compartido un aposento, en los primeros meses de aquel año, en el parador del Tejón Azul, hasta que, no pudiendo pagar la mitad del alquiler que le correspondía, tuvo que mudarse.

Lea cómo en ese documento tan patético, en medio de su fácil jovialidad, se revela el espíritu de un hijo predilecto de las Musas para quien apenas cuentan las calamidades y aflicciones corporales.


Decía así la carta:


11 de noviembre de 1828


Mi querido Schober:


Estoy enfermo. Tengo once días que no como ni bebo cosa alguna. Estoy tan decaído y tan cansado que solo puedo moverme de la cama a una silla y viceversa. Rhina me está cuidando. Si pruebo algo, lo vomito en seguida. Dada mi triste situación, ten la bondad de mandarme algo para leer.


He leído ya El Último Mohicano, El Espía, El Piloto y Los Exploradores, de Cooper. Si tienes otra de sus obras, te ruego que se las entregues a la señora van Gogner, en el café. Mi hermano, que es la puntualidad personificada, se encargará de traérmela del modo más puntual. Mándame si no, cualquier otro libro.


Tu amigo


Schubert.


miércoles, 18 de julio de 2012

Orchestre de Paris - l'essentiel de la saison 2012/13 en 1 minute

Concierto de la Orquesta de la Radio Holandesa y el violinista Pekka Kuusisto en el Festival Robeco Summer


Festival de verano este jueves a las 20.00 horas

El violinista Pekka Kuusisto como solista
Desde el Concertgebow de Ámsterdam

Los Festivales de verano de Euroradio nos traen este jueves a las 20.00 horas un concierto de la Orquesta Filarmónica de la Radio Holandesa, a las órdenes de Vassily Sinaisky, celebrado en el Concertgebow de Ámsterdam el pasado 29 de junio, con el violinista finlandés Pekka Kuusisto como solista. El evento forma parte del Festival Robeco Summer.


En programa la Orquesta de la Radio Holandesa interpretando la obertura In the south, ‘Alassio’, Op. 50, de Edward Elgar, el Concierto para violín y orquesta en Re menor, Op. 47., de Sibelius, con Pekka Kuustio como solista, y un arreglo realizado por el propio director Vassily Sinaisky, de la suite de La bella durmiente, Op. 66 A, de Tchaikovsky.




Orchestre de Paris - Concert organisé par les élèves du collège Fournier

martes, 17 de julio de 2012

Amelie: Comptine d'un autre été - improvisation - Piano

Recital del pianista Francesco Piemontesi en Gran Auditorio


Recital del joven pianista suizo a las 17.00 horas

Desde el Festival Internacional de Piano de Duszniki Zdrój, Polonia
Obras de Beethoven, Schubert y Haendel

Francesco Piemontesi es el protagonista en Gran Auditorio este miércoles a partir de las 17.00 horas con un concierto celebrado el pasado mes de agosto en la Casa de Chopin de Duszniki Zdrój enmarcado dentro del Festival Internacional de Piano de la misma localidad polaca y grabado por la Radio de Polonia.


Podremos deleitarnos con la espléndida interpretación, de las manos del joven pianista Francesco Piemontesi, de la Sonata para piano en Mi bemol menor, de Janaceck, el Preludio núm. 25 en Do sostenido menor, Op. 45 y dos Mazurkas, Op. 59 (selección), núm. 1 en La menor y núm. 2 en La bemol mayor, de Chopin, la Sonata para piano en La mayor, Op. 101, de Beethoven, la Sonata para piano núm. 20 en La mayor, D. 959, de Schubert, un arreglo para piano del Finale de El pájaro de fuego, de Stravinsky. Además, dos obras fuera de programa: la Zarabanda de la Suite en La mayor, HWV 454., de Haendel, y 'Der Dichter spricht' de Kinderszenen, de Schumann

Francesco Piemontesi, joven valor del piano


Nació en Suiza en 1983, donde muy pronto comenzó su relación con la música. Francesco Piemontesi estudió piano en Lugano, ciudad en la que recibió el magisterio de la aclamada pianista argentina Nora Doallo, y posteriormente en la Universidad de Música de Hanover con el pianista israelí Arie Vardi.


Ha actuado como solista con las orquestas más renombradas del mundo y ha estado presente en varios festivales internacionales como el de Ruhr, el Proyecto Marta Argerich y el Festival Ciudad de Londres.

El esfuerzo de este virtuoso se ha visto recompensado siendo galardonado con el premio del Concurso Reina Elizabeth de Bruselas, entre otros. Piemontesi se granjeó un gran éxito de público y crítica en el recital celebrado en Madrid en la pasada edición del Ciclo de Jóvenes Intérpretes, impulsado por la Fundación Scherzo.

Su próximo álbum, que verá la luz en 2013, incluye los conciertos para piano de Robert Schumann y Antonín Dvorak con la Orquesta de la BBC dirigida por el maestro checo Jiri Belohlavek.



Paavo Järvi dirige a la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt en el Rudolfinum de Praga


En Gran Auditorio a partir de las 17.00 horas

Sobre el atril, la Octava Sinfonía de Bruckner

El espacio de Radio Clásica Gran Auditorio nos lleva este martes a partir de las 17.00 horas a la sala Dvorak del Rudolfinum de Praga para disfrutar de un concierto celebrado el pasado mes de octubre.


A las órdenes del aclamado director Paavo Järvi, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Frankfurt interpreta una única obra en programa: la Sinfonía núm. 8 en Do menor, del compositor austríaco Anton Bruckner.

Paavo Järvi, una ilustre batuta


El renombrado director trabaja desde 2010 con la Orquesta de París, aunque ha colaborado con algunas de las formaciones más prestigiosas del mundo desde que empezara su andadura musical. Nacido en una familia de músicos en Tallin en 1962, Paavo Järvi ha llegado a ser uno de los valores de la batuta del panorama actual. La Orquesta Filarmónica de Bremen lo nombró en 2004 director artístico y es a día de hoy, asesor artístico de la Orquesta Sinfónica Nacional de Estonia. Cabe destacar entre sus méritos un premio Grammy así como la grabación de las sinfonías de Beethoven.



domingo, 15 de julio de 2012

El Ballet Marinski revive la historia de amor de 'Romeo y Julieta'

El Ballet del Teatro Marinski de San Petersburgo es una de las compañías de danza más prestigiosas de todos los tiempos. Su historia está ligada a la del arte coreográfico ruso, que comenzó hace más de dos siglos y medio. El régimen de pureza y clasicismo que mantiene la formación la sitúan como una de las mayores manifestaciones artísticas del mundo, han destacado las mismas fuentes en un comunicado.



Alina Somova, Vladímir Shkliarov e Ígor Kolb, principales bailarines de la compañía, participarán en estas dos veladas de danza, con una de las obras más valoradas y complejas del género.


El ballet 'Romeo y Julieta' nace en 1934 como un encargo del Teatro Kirov, el nombre soviético del actual Marinski a Prokófiev. Tras diversas desavenencias, el Kirov y, posteriormente, el Teatro Bolshoi rechazaron la obra, que llegó a ser vetada por los propios bailarines al considerarla como imposible de bailar por su complejidad.

Finalmente, el estreno tuvo lugar en Brno, en la antigua Checoslovaquia, en 1938 con coreografía de Ivo Vánia Psota. El éxito de la obra hizo reconsiderar las reticencias del Kirov, que llevó a los escenarios la pieza en enero de 1940 con Leonid Lavrovski como coreógrafo.

 
 
 
 
 
'Romeo y Julieta' consta de tres actos, trece escenas y 50 números musicales. La partitura es una de las obras maestras de Prokófiev, que incluyó instrumentos adicionales a los habituales para recrear la Verona que inmortalizó William Shakespeare en su tragedia, han asegurado.


Las localidades para el ballet Romeo y Julieta están agotadas. Sólo queda disponible el 5 por ciento del aforo de la sala para su venta en taquillas el mismo día del espectáculo.




sábado, 14 de julio de 2012

La soprano Sandrine Piau canta al Triunfo del Amor en el Fantasma de la ópera


Este sábado a las 19.00 horas en Radio Clásica

Acompañada por el ensemble Les Paladins
En óperas infrecuentes: Un giorno di regno, o il finto Stanislao, de Verdi

El Fantasta de la ópera, espacio de Radio Clásica dirigido por Rafael Banús, nos ofrece este sábado, a partir de las 19.00 horas, el nuevo trabajo de la soprano francesa Sandrine Piau titulado Le triomphe de l’amour.

La cantante, acompañada por el ensemble barroco Les Paladins, nos traduce al lenguaje de la lírica el sentimiento del amor triunfante, valiéndose de algunas obras de los compositores Grétry, Lully, Rameau, Rebel, Francoeur, Campra, Charpentier, Favart y Sacchini. Piau y el ensemble Les Paladins han colaborado para dar a luz este alegórico álbum bajo las órdenes del director Jérôme Correas.

Además de Le triomphe de l’amour, dentro de las óperas infrecuentes que ofrece el Fantasma de la ópera, podremos escuchar este sábado Un giorno di regno, o il finto Stanislao (Un día de reinado, o el falso Estanislao), del compositor italiano Giuseppe Verdi. Interpretan esta obra los cantantes Ingvar Wixell (barítono) y Wladimiro Ganzarolli (bajo), acompañados por el Ambrosian Opera Chorus y la Orquesta Filarmónica de Londres, guiados por Lamberto Gardelli.

Sandrine Piau

La refinada soprano francesa se inició en la música como arpista, y estudió canto en el Conservatorio de París. Desde que acabara su formación, sus interpretaciones de óperas barrocas han sido las que le han dado la fama.

Sandrine Piau ha llevado su ágil voz al Festival Internacional de las Artes Líricas de Aix-en-Provence y ha trabajado con directores como Marc Minkowski, Alan Curtis y Fabio Biondi, entre otros. Destaca entre todas sus grabaciones su participación en la integral de Johannes Sebastian Bach que editó junto al Coro y la Orquesta Barroca de Ámsterdam. La artista está de enhorabuena porque ha estrenado el año con éxito presentando su último trabajo discográfico, Le triomphe de l’amour.



El violinista Daniel Hope interpreta dos conciertos de sendos compositores, Bach y Mendelsson, en el Festival de Echternach


El violinista Daniel Hope interpreta dos conciertos de sendos compositores, Bah y Mendelsson, en el Festival de Echternach• Este domingo a las 20.00 horas desde Luxemburgo



• Festivales de verano de Euroradio


• Christoph König dirige obras de Montsalvatge y Schubert

Gracias a la Unión Europea de Radiotelevisión, Radio Clásica les invita a pasar la tarde del domingo en el Festival de Echternach en compañía del director Christophe König y del violinista Daniel Hope.

Este domingo a partir de las 20.00 horas, Radio Clásica les ofrece en diferido el concierto que tuvo lugar en la Basílica de Echternach, Luxemburgo, el pasado 5 de julio, cuando el virtuoso Daniel Hope interpretaba dos páginas de cabecera dentro del repertorio concertante para su instrumento: el Concierto para violín y orquesta en La menor, BWV. 1041 de Johann Sebastián Bach y el Concierto para violín en Re menor de Félix Mendelssohn.

El afamado director Christoph König llevará la batuta al frente de los Solistas europeos de Luxemburgo en un programa que se completa con las Postales iluminadas de Xavier Montsalvatge y el arreglo que realizó Gustav Mahler sobre La muerte y la doncella de Schubert.

Daniel Hope, la esperanza del violín

«El más fascinante violinista británico desde Jacqueline du Pré». Así describe el diario London Observer a este joven virtuoso de las cuerdas, una auténtica esperanza del violín, que ha recorrido el mundo tocando con las más prestigiosas orquestas, como la Sinfónica de la BBC o la Filarmónica de Nueva York. El artista ha sido nominado en varias ocasiones a los premios Grammy. Actualmente trabaja con un prestigioso sello discográfico, con el que ha editado su último trabajo, ‘A celebration of Joseph Joachim, the romantic violinist’, junto a la Real Orquesta Filarmónica de Estocolmo.




Festival de PROMS de la BBC en Radio Clásica



Festival de PROMS de la BBC en Radio ClásicaComienzan los PROMS con un concierto desde el Royal Albert Hall de Londres

Grandes solistas y directores, junto a la prestigiosa Orquesta de la BBC


En Radio Clásica, les ofrecemos varios de los conciertos programados

El aclamado Festival de verano de la BBC, los PROMS, inaugura su edición número 118 con un concierto este viernes a las 20.30 horas, en el que desfilan las batutas de cuatro de los directores más relevantes del panorama internacional: Edward Gardner, Sir Roger Norrington, Sir Mark Elder y Martyn Brabbins.


Bajo sus órdenes la formación más prestigiosa de Reino Unido, la Orquesta y Coro Sinfónicos de la BBC, abordan el estreno mundial de Canon Fever, de Mark-Anthony Turnage, junto a Sea Drift, de Frederick Delius, la Suite en Re Mayor para el nacimiento del Príncipe Carlos, de Sir Michael Tippett y dos títulos del compositor británico Edward Elgar: la obertura de Cockaigne Op. 40 y la Oda de la coronación, Op. 44.

Para esta espectacular inauguración, cuentan con un elenco de voces solistas de excepción: la soprano Susan Gritton, la mezzosoprano Sarah Connolly, el tenor Robert Murray, y los barítonos Gerald Finley y Bryn Terfel.

El Festival de PROMS

Fundado en 1895 por el director de orquesta y auténtico visionario del espectáculo musical, Henry Wood, el Festival de PROMS se ha convertido en el evento más esperado del verano en el mundo clásico. Los músicos, los melómanos, los aficionados y los turistas soportan horas de cola, con la intención de conseguir una entrada para esta Fiesta de la Música. Junto a los precios asequibles, la aparente informalidad del evento es el mayor reclamo popular. El patio de butacas del Royal Albert Hall de Londres se desnuda durante dos meses dando cabida en su ‘’Arena’’ a cientos de personas que podrán disfrutar de la música en una ambiente relajado y familiar.

Pero el magnetismo de los PROMS no sólo atrae al público. Los mejores solistas y directores del panorama internacional, así como algunas de las formaciones sinfónicas más afamadas, acuden a esta cita ineludible, ofreciendo su música y su arte. Los directores John Adams, Jiri Belohlavek, Daniel Barenboim, Antonio Pappano y Pierre Boulez son algunos de los invitados a esta nueva edición de los PROMS. Además, cuentan con solistas de la talla de Vadim Gluzman y Nicola Benedetti (violín), Daniel Müller Schott (violonchelo), o Angela Denoke (soprano), entre otras grandes figuras.

Los PROMS en Radio Clásica

Durante la temporada de verano, la programación de Radio Clásica estará íntimamente conectada a la 118º edición del Festival de PROMS de la BBC. Enmarcado en nuestro espacio de Festivales de Verano, les ofrecemos diversas transmisiones en directo con los comentarios de José Luis Pérez de Arteaga y Juan Manuel Viana. Además, a partir de agosto les ofrecemos también en diferido otras citas enmarcadas en este esperado Festival. Les iremos ampliando la información a diario, en nuestra web y en las redes sociales de Radio Clásica.



jueves, 5 de julio de 2012

Maria Agata Szymanowska



Maria Agata Szymanowska (Varsovia, 14 de diciembre de 1789 - 25 de julio de 1831) fue una compositora polaca.

Estudió piano con Antoni Lisowski y Tomasz Gremm, y perfeccionó su gran capacidad para componer con ayuda de Franciszek Lessel, Józef Elsner y Karol Kurpiński.
Fue una gran compositora polaca considerada como una de las mejores y primeras pianistas profesionales del siglo XIX, cuyo estilo influyó incluso en Chopin
Compuso para la corte, dio innumerables conciertos y enseñó música. Dio su primer recital público en Varsovia y luego fue a París en 1810 a exponer sus piezas y a hacerse conocer. Ese mismo año, se casó con Jozef Szymanowsi, con quien tuvo tres hijos, durante su estadía en Polonia. En 1820 se separa de él, y es ella quien permanece con sus hijos.
Realizó actuaciones en Inglaterra durante 1818, realizó una gira por Europa Occidental de 1823 a 1826, incluyendo actuaciones tanto públicas como privadas, también expuso sus composiciones en Alemania, Francia, Italia, Bélgica y Holanda. Varias de estas actuaciones se dieron en privado sólo para la realeza.

martes, 3 de julio de 2012

Copying Beethoven , Anna Holtz melody

Beethoven y el Testamento de Heiligenstadt



Traemos hoy a esta sección de Epístolas Musicales de clasica2 un emocionantísimo documento, a la vez que altamente esclarecedor, escrito por Ludwig van Beethoven en uno de los más conflictivos momentos

LA MÚSICA CLÁSICA Y LA LITERATURA EN CLASICA2
A principios del otoño de 1802 Ludwig van Beethoven se encuentra deprimido y melancólico. La sordera se manifiesta ya de una manera cruel y dolorosa. Agotado el compositor piensa en el suicidio.

Se quiere despedir de sus hermanos con una carta que nunca llegó a enviar pero que pasó a la posteridad como el Testamento de Heiligenstad. El texto se explica por si sólo y refleja de primera mano la situación vital por la que pasaba Beethoven. Dice así:

TESTAMENTO DE HEILIGENSTAD

Para mis hermanos Karl y Johann Beethoven:

Vosotros, que pensáis que soy un ser odioso, obstinado, misántropo, o que me hacéis pasar por tal, ¡qué injustos sois! Ignoráis la secreta razón de lo que así os parece. Desde la infancia mi corazón y mi espíritu se inclinaban a la bondad y a los tiernos sentimientos.

Aún cuando estaba siempre dispuesto a acometer grandes actos; pero pensad tan sólo que desde hace casi seis años he sido golpeado por un mal pernicioso, que médicos incapaces han agravado. Decepcionado de año en año, en la esperanza de una mejoría, forzado a terminar considerando la eventualidad de una larga enfermedad, cuya curación, de ser posible, exigiría años; nacido con un carácter ardiente y activo, inducido a las distracciones de la vida social, he debido muy pronto aislarme, vivir lejos del mundo, en solitario.

A veces creía poder sobrellevar todo esto ¡oh!, como he sido entonces cruelmente llevado a renovar la triste experiencia de no oír más. Y, sin embargo, no me era posible decir a los hombres: Hablad más fuerte, gritad, porque soy sordo. ¡Ah!, cómo poder confesar la debilidad de un sentido que en mí debería existir en un estado de mayor perfección, en una perfección tal que muy pocos músicos la hayan conocido jamás.

¡Oh!, no puedo más; perdonadme también si me veis mantenerme al margen, cuando me uniría gustosamente con vosotros. Mi desgracia me resulta doblemente penosa, pues por ella debo llegar a ser desconocido; para mí se acabaron los incentivos en la sociedad de los hombres, las conversaciones inteligentes y las mutuas expansiones. Absolutamente solo, o casi, solamente en la medida en que lo exija la más absoluta necesidad podré volver a tener contacto con la sociedad; debo vivir como un proscrito. Si me acerco a la gente, estoy enseguida atenazado por una angustia terrible: la de exponerme a que adviertan mi estado.

Así he pasado estos últimos seis meses en el campo, aconsejado por mi inteligente médico, para cuidar mis oídos lo más posible. El previó, casi, mi actual situación, aunque a veces, arrastrado por el instinto de la sociedad, me he dejado desviar del camino señalado. Pero qué humillación cuando alguien a mi lado oía el sonido de una flauta a lo lejos y yo no oía nada, o cuando alguien oía cantar a un pastor y yo tampoco oía nada. Tales situaciones me empujaban a la desesperación, y poco ha faltado para poner yo mismo fin a mi vida.

Es el arte, y sólo él, el que me ha salvado. ¡Ah!, me parecía imposible dejar el mundo antes de haber dado todo lo que sentía germinar en mí, y así he prolongado esta vida miserable, verdaderamente miserable, con un cuerpo tan sensible al que todo cambio un poco brusco puede hacer pasar del mejor al peor estado de salud. Paciencia, es todo lo que me debe guiar ahora, y así lo hago. Espero mantenerme en mi resolución de esperar hasta que le plazca a la Parca cruel romper el hielo. Quizá me fuese mejor; quizá no; pero soy valiente.

A los veintiocho años, estar obligado a ser un filósofo no resulta cómodo; para un artista es todavía más duro que para otro hombre. Divinidad, tú que desde lo alto ves el fondo de mi ser sabes que viven en mí el deseo de hacer el bien, y el amor a la humanidad.

Hombres, si leéis esto algún día, pensad que no habéis sido justos conmigo, y que el desgraciado se consuela encontrando alguien que se le parezca, y que, pese a todos los obstáculos de la Naturaleza, ha hecho, sin embargo, todo lo posible para ser admitido en la categoría de los artistas y hombres de valía.

Vosotros, mis hermanos Karl y Johann, cuando yo muera, y si el profesor Schmidt vive todavía, rogadle en mi nombre que describa mi enfermedad, y añadid estas páginas, a fin de que al menos después de mi muerte se reconcilie conmigo.

Al mismo tiempo, os declaro aquí herederos de mi pequeña fortuna (si se le puede llamar así). Repartidla honestamente; comprendeos y ayudaos mutuamente. Lo que habéis hecho contra mí os lo he perdonado hace tiempo, bien lo sabéis.

A tí, hermano Karl, te agradezco especialmente el afecto del que me has dado pruebas en los últimos tiempos. Mi deseo es que vuestra vida sea mejor y menos triste que la mía; recomendad a vuestros hijos la Virtud, ella sola puede volvernos felices, y no el dinero; hablo por experiencia; es ella la que me ha reanimado en mi aflicción; le debo, como a mi arte, no haber terminado mi vida con el suicidio.

¡Adiós y amaos! Estoy muy agradecido a todos mis amigos, en especial al príncipe Lichnowsky y al profesor Schmidt. Los instrumentos donados por el príncipe L. deseo que puedan ser conservados por uno de vosotros; pero que esto no sea motivo de conflicto entre los dos; cuando puedan serviros más útilmente para cualquier otra cosa, vendedlos. Estaré contento si puedo, bajo la lápida de mi tumba, seros aún útil.

Ya está hecho: con alegría voy al encuentro de la muerte. Si viene antes de que haya tenido ocasión de desplegar todas mis posibilidades para el arte, entonces llega demasiado pronto para mí, a pesar de mí duro Destino, y me gustaría que no fuese más tardía; sin embargo, aún entonces sería feliz; ¿No me librará ella de un estado de sufrimiento sin fin? Ven cuando quieras, voy animosamente a tu encuentro.

Adiós, y no me olvidéis del todo en la muerte; tengo derecho a esto de vuestra parte, ya que durante mi vida he pensado frecuentemente en haceros felices, sedlo.

Heiligenstadt, 6 de octubre de 1802.