sábado, 21 de diciembre de 2013

Los pianos toman las calles de Praga



Llevar la música a las calles de Praga, y animar así los espacios públicos es el objetivo de un proyecto que colocará pianos en varios rincones de la capital checa a disposición de los paseantes.


Si se encuentran con un piano en una de las veredas o plazas de Praga, no tengan miedo de tocarlo, ya que así cumplirán con el objetivo del proyecto ´Piano en la calle` que se ha realizado en numerosas ciudades del mundo y que recientemente ha llegado también a la capital checa

El objetivo de esta idea extraordinaria es llenar de vida las calles capitalinas y dar espacio a los aficionados a la música para que expresen su creatividad y experimenten cómo es tocar en medio de la calle.

De su puesta en marcha se encargó Ondřej Kobza, un hostelero que hasta ahora permitía a los interesados tocar el piano delante de sus cafeterías. Esta vez decidió ampliar el proyecto a nivel de toda la ciudad y de momento ha conseguido animar el espacio público con cinco instrumentos musicales.

“Mi objetivo es que estos cinco pianos sean solo el principio. Asimismo me gustaría que este acto inspirara a otros sobre cómo transformar los espacios públicos y hacerlos más acogedores”.

Uno de los primeros músicos espontáneos que han desatado su creatividad en medio de la calle es Ondřej Koch, que descubrió este evento a través de una red social y no vaciló en llenar de música el interior de la Estación Central de Praga.


“Hoy me he despertado y no tenía nada que hacer, así que he decidido dirigirme a la estación. Como no había nadie, me he puesto a tocar el piano. Siempre había querido experimentar cómo es tocar en medio de la calle”.

Según el organizador del proyecto, las reacciones de los paseantes son inequívocamente positivas.

„La gente reacciona tal y como suponía. Las instituciones a las que les pedimos permiso, como los Ferrocarriles Checos y el Ayuntamiento de Praga 2, estaban preocupados al principio, sobre todo, por los vándalos que podrían destrozar los pianos. Sin embargo, lo cierto es que despiertan la espontaneidad en la gente. Uno pasa por la calle, de repente ve un piano, se pone a tocarlo sin miedo, y otro paseante se para y aplaude. Creo que de este modo se ilumina la rigidez en las caras de los praguenses que se dirigen a sus trabajos”, indicó.

A Ondřej Kobza le gustaría aumentar el número de pianos en las calles praguenses, y por tanto está intentando conseguir más recursos, ya que de momento financia los gastos de su bolsillo.

“Los pianos los compro en tiendas de segunda mano. Sin embargo, he podido permitirme la compra de solo cinco, y espero que la gente me ayude contribuyendo en la web Hithit. Asimismo si alguien tiene en casa un piano y no lo usa, puede regalármelo, o más bien, regalárselo a Praga”.

La aspiración de Kobza es llevar a las calles capitalinas otros treinta instrumentos musicales a lo largo del año que viene. Los próximos destinos son el Aeropuerto Václav Havel en Praga y algunas estaciones de Metro.

Aunque Kobza es consciente de que los pianos podrían llamar la atención no solamente de los paseantes, sino también de los vándalos, no lo considera un problema serio.

“Cuento con ello, sin embargo, aunque un piano se convierta en el objetivo de los vándalos una vez al mes, creo que, por su aportación, vale la pena intentarlo. Aunque rompan los pianos, será un buen sacrificio, ya que hasta entonces habrán servido a muchas personas”, afirmó.

Según el acuerdo con las instituciones, los pianos se quedarán en los espacios públicos hasta finales de este mes de agosto. Sin embargo Ondřej Kobza cree que podrían permanecer en las calles praguenses para siempre, ya que nadie puede oponerse a la realización de este proyecto cultural.





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