viernes, 30 de diciembre de 2011

Schubertiadas, el silencio de Göethe y "La serenata" de Schubert

Schubert, al piano, acompaña al cantante Vogl en una velada en casa de amigos. (Oleo inacabado de Moritz von Schwindt, amigo de Schubert, 1868)

En sus escasos 31 años, Franz Schubert compuso alrededor de 1.500 piezas. Un buen número de ellas son lieder, cerca de 800, para una voz o para varias voces, acompañadas de piano u otros instrumentos. La palabra lied (lieder es el plural en alemán) no tiene traducción al español, pero puede asemejarse a "canción", pues de eso se trata más o menos. La diferencia con nuestras "canciones", descontada la altura artística y musical, estriba en que los versos proceden de grandes poetas (Göethe, Heine, Schiller) o de los amigos de Franz que por aquella época lucían cierto renombre como tales. De duración inferior a cuatro o cinco minutos, podían cantarse uno tras otro en reuniones sociales alrededor de buen vino, música y literatura, en casa de Schubert o de sus amigos, veladas que posteriormente recibieron el nombre de "schubertiadas". En 1814, a los 17 años, el joven Franz había comenzado a desempeñarse como asistente en la escuela que mantenía su padre, recibiendo por ello un sueldo miserable. Encargado de la clase de párvulos, con seguridad no fue un gran maestro porque su alma y su espíritu estaban ya definitivamente con la poesía y la música. La segunda mitad de 1814 y todo el año 1815 son por ello fértiles en la producción de obras. Conoce al poeta Mayrhofer, a quien ya había "musicalizado" y escribe una de las creaciones más geniales del período con texto de Göethe, a quien Franz admiraba profundamente. Uno de sus amigos decide que es hora de contactarse con Göethe para hacerle saber de este muchacho que apoyado en sus versos compone música maravillosa. Y envía al poeta alemán una serie de lieder inspirados en sus textos, solicitando su aprobación para que le sean dedicados. (Suponemos que por esos años el derecho de autor estaría en pañales. Hoy, hasta el más antisistema de los poetas armaría un berrinche de padre y señor mío.)
"El que suscribe se permite robar con estas líneas algunos instantes de su tiempo tan precioso... las poesías... han sido puestas en música por un compositor de 19 años... (y desea que) le sea permitido consagrar humildemente esta colección a Vuestra Excelencia... el joven artista se sentiría dichoso de merecer la aprobación... le ruego tenga la extrema cortesía de favorecerme con su respuesta". Göethe no contestó. Diez años después, en 1825, será el propio compositor quien envíe a Göethe sus poemas trasladados al pentagrama. El vate se hará el sordo nuevamente. Al pequeño Franz le quedan solo tres años de vida.
La famosísima Serenata de Schubert es uno de los 14 lieder que conforman el ciclo Schwanengesang (El canto del cisne), de 1828. Lleva el número cuatro y está compuesto sobre versos del poeta Rellstab, el mismo que habría dotado de nombre propio a la sonata "Claro de Luna", de Beethoven.
Se presenta una versión para violín y piano con la interpretación magistral del violinista de origen ucraniano Mischa Elman (1891-1967) en grabación de alrededor de los años veinte o treinta, creemos, por el extraño sabor del ruido de fondo de un soporte previo al vinilo.

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