A las orillas del lago las jóvenes-cisne esperan tristemente la llegada de Odette. Ella llega llorando desesperada, contándole a sus amigas los tristes acontecimientos de la fiesta en el castillo. Aparece Sigfrido y le implora su perdón. Reaparece Rothbart reclamando el regreso de los cisnes. Sigfrido y Odette luchan contra él, pero todo es en vano, pues el maleficio no puede ser deshecho. Los dos enamorados se lanzan al lago...
domingo, 19 de julio de 2015
martes, 7 de julio de 2015
sábado, 13 de junio de 2015
Chopin el paganini del piano
Viena era por aquella época la capital músical de Europa junto con París. Hacía dos años que Beethoven habia fallecido allí y su música, junto con la de Haydn, Schubert, Gluck y Mozart, impregnaba la vida de la metrópoli austriaca.
Chopin ya se encontraba totalmente inmerso en el ambiente musical vienés. Visitó varias fabricas de pianos, como ya había hecho en Berlín. Pero el motivo de su viaje era mucho más importante.
Chopin escribe a su familia; según la opinión se ha caracterizado por una sonoridad demasiado débil o, mejor dicho, demasiado delicada para el gusto de los oyentes vieneses, acostrumbrados a escuchar a los artistas destrozando su instrumento. [...] No importa; pero prefiero esto a oir decir que toco demasidado fuerte".
Varsovia llego un 12 de septiebre de 1829. Componia por la noches , trabajo en su creaciones más importantes. "Segundo concierto para piano y Orquesta en fa menor, opus 21 [21 KK 255 -267]. Le llamaban "El paganini del piano".
El decia que tres horas diarias de estudio eran suficiente para sus alumnos, chopin buscaba la pureza natural del sonido...
"Yo no estoy hecho para dar conciertos; el público me intimida; me siento asfixiado por su impaciencia precipitada, paralizado por sus miradas curiosas, mudo ante esas finonomías desconocidas".
Estas palabras de Chopin recogidas en la conocida biografia de Listz.
Chopin se convertiría poco después en el ídolo de los salones de París, ¡en el pianista-Poeta!.
Chopin regala a Robert Schuman una copia de la Balada numero 1, en sol menor Opus 23.
"Yo no estoy hecho para dar conciertos; el público me intimida; me siento asfixiado por su impaciencia precipitada, paralizado por sus miradas curiosas, mudo ante esas finonomías desconocidas".
Estas palabras de Chopin recogidas en la conocida biografia de Listz.
Chopin se convertiría poco después en el ídolo de los salones de París, ¡en el pianista-Poeta!.
Chopin regala a Robert Schuman una copia de la Balada numero 1, en sol menor Opus 23.
sábado, 3 de enero de 2015
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